Texto: Sara Giménez
Cuando una novia nos dice «Houston, Houston, tenemos un problema«, nosotras, raudas y veloces, corremos en busca de nuestro KIT DE EMERGENCIA. Y os preguntareis, ¿qué es un kit de emergencia? Pues hoy os lo vamos a contar todo todito todo.
Así, a modo de definición, un kit de emergencia vendría a ser como una especie de chaleco salvavidas para imprevistos bodiles. Como bien sabéis, una buena organización y planificación implica un estudio exhaustivo de horarios y coordinación eficaz de proveedores, un puzzle en el que todas las piezas deben encajar para lograr que la boda sea un absoluto éxito. Son muchas las tareas imprescindibles para que no se produzca ningún fallo, pero pese a todas las horas empleadas antes y durante, hay ciertas cosas que en un momento pueden surgir inevitablemente (y en el momento menos esperado). Cuando esto sucede, como buenas profesionales, debemos buscar una solución en cuestión de segundos y tenerla disponible y «a mano» resulta fundamental en cualquier evento.
En anteriores ocasiones, ya hemos explicado la importancia de la figura de una Wedding Planner, pero en esos momentos en los que «algo se pone feo» nuestra labor cobra aún más sentido. Contar con la ayuda de un equipo de profesionales que solucione imprevistos es francamente necesario (¡por no decir imprescindible!). Y, creedme, los imprevistos pueden surgir y surgen.
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Un botón que se descose, unos zapatos que hacen daño, un recogido que se deshace, una mancha en el vestido o incluso un aguacero de lluvia en el momento menos indicado… todos estos inconvenientes tienen solución con el Kit de Emergencia LalaBlu.
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Como el bolso mágico de Mary Poppins, tiritas, paraguas, aspirinas o aguja e hilo, esperan agazapados en su correspondiente compartimento, listos y preparados para cualquier misión en la que se les requiera.
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Para que sirva de información os contamos algunas de las cosas que incluye nuestro fabuloso y útil kit:
– Higiene personal y botiquín: Higiene íntima, tiritas, apósitos, gasas, toallitas, alcohol, agua oxigenada, analgésicos, anti-inflamatorios y antihistamínicos, desodorante, perfume, smint, cepillo de dientes y pasta dentífrica.
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– Material básico de peluquería: Horquillas, peines, cepillos, espejos, fijador, laca, etc.
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– Algunos productos de belleza: Corrector, base de maquillaje, crema hidratante, máscara de pestañas, barras de labios, esmalte de uñas, etc.
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– Un pequeño costurero: Aguja e hilo, tijeras e imperdibles.
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– Un paraguas (a ser posible blanco), un repuesto de medias y pantys y spray antimanchas.
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Los abrazos efusivos que destrozan peinados tienen los días contados. Adiós al «dolor_estreno_zapatos_nuevos». Adiós a la lluvia imprevista y al momento «no bailo porque me piso». ¡LalaBlu estará horquilla en mano, tirita lista, paraguas dispuesto e imperdible a punto!
¡Feliz martes! ¡Feliz semana!
