A lo largo de estos casi 6 años de trayectoria de LalaBlu son MUCHAS las personas a las que hemos conocido, parejas llenas de ilusión, personas emprendedoras dispuestas a hacerse un hueco en este mercado, pero sobre todo, a quien más hemos conocido a fondo son a todos aquellos proveedores con los que hemos compartido tiempo, mucho tiempo… en bodas, editoriales, shooting y cualquier proyecto colaboración que se nos ha ocurrido.
El proyecto de #migranbodalalablu a parte de ser el más importante de mi carrera, se convirtió en un proyecto que ha unido a dos personas que fueron muy importantes para mi en todo ese proceso, ellas son Raquel Ferreiro y Conchita de Nicté. Puedo decir que estoy muy orgullosa de ellas, de haber contribuido con un pequeño grano de arena y permitidme sentirme por un momento «hada madrina» (con su varita mágica incluida). Poco más puedo decir de ellas que no haya dicho ya, mujeres emprendedoras, luchadoras, fuertes y con un corazón inmensamente grande, amable y bueno.
Hoy os queremos presentar el fruto de esa colaboración tan especial entre Raquel y Conchita, una colección de tocados para novia e invitada. Piezas delicadas, sutiles y llenas de matices realizadas en porcelana fría simulando hojas, frutos y flores y realizadas a mano que se convierten en el complemento perfecto para diseños tanto de novia como de invitada.
Detrás del objetivo de esta sesión, se esconde otra gran amiga de LalaBlu, felicidades Susana Mateos por una sesión llena de luz y por captar cada detalle; y al frente de maquillaje y peluquería han contado con la colaboración de Irene Aguado quien ha realizado un trabajo precioso.
Enhorabuena a todo el equipo, y desde aquí os deseamos la mayor de las suertes (aunque sabemos que no la vais a necesitar).
Texto: Sara Giménez / Fotografías: Susana Mateos