Ha sido una de nuestras bodas más especiales, no nos conocimos en persona hasta el mismo día «B’ y ha sido una experiencia que deseamos repetir muy pronto. Esos nervios a flor de piel, un día a contrarreloj y un día de temperaturas sofocantes en Donosti.
Un precioso palacio, un restaurante a la orilla del mar y unos novios que han sido un amor. Todos estos factores han creado una boda perfecta.