Pedro Sobrado no es un fotógrafo convencional. Eso se sabe nada más que escuchas su voz por teléfono. Luego le conoces en persona y sabes que Pedro y todo lo que hace van a ser especiales. ¿Sabéis esa especie de sensación cuándo conoces a alguien diferente, a alguien único? Es casi eléctrico. Eso es lo que yo sentí cuando vino a visitarme Pedro Sobrado, el fotógrafo y la persona de la que hoy quiero hablaros.

Comenzó en esto de la fotografía en el año 2011 y desde entonces lleva desarrollando su trabajo en diferentes ámbitos. Le podréis encontrar en Pamplona, aunque se desplaza allá donde le necesiten, por todo el territorio nacional.

«Mi trabajo consiste en explicar historias, captar lo que nos hace únicos y plasmarlo en imágenes«, así define Pedro Sobrado su forma de fotografiar.

Pedro Sobrado dispara y cuando dispara lo hace con un propósito muy claro, «lo único que pretendo con toda mi honestidad visual y mi cariño es regalar a esa pareja un legado fotográfico que perdure más allá de modas y estilismos«.

Los mejores profesionales son aquellos que sitúan al cliente final como epicentro de cualquiera de sus acciones. Pedro Sobrado no es una excepción en esta filosofía y en palabras del propio Pedro «realizo esas fotografías y siento que serán importantes para ellos y que permitirán, a pesar de los años, revivir con igual frescura y emoción uno de los días más bonitos de cualquier pareja que desee o haya decidido casarse«.

Durante la reunión que tuve con Pedro hablamos de mil cosas, noté que Pedro era una persona con una capacidad intuitiva y una sensibilidad fuera de la común. Creo que las fotografías que os estoy mostrando hablan por sí solas de esa sensibilidad tan necesaria en un buen fotógrafo. Pedro Sobrado va más allá «trabajo mucho por instinto, con detalles y momentos a veces tan silenciosos que pasan a nuestro lado sin darles importancia, pero que para mi lo son. A veces me encuentro a mi mismo fotografiando instantes que realmente no sé a dónde me llevarán visualmente, pero que siento la necesidad de explorar… y es genial cuando tus parejas te permiten hacer eso, esa confianza ciega que une a fotógrafo y fotografiado«.

Porque la fotografía de bodas, en mi opinión, ha de ser real, certera y sincera. Y creo que Pedro Sobrado comparte esta misma opinión, «ninguna pareja se encontrará con algo que no haya sido su boda, no hago magia, aunque me gustaría, ni milagros, soy honesto conmigo y con ellos. Trato de fotografiar esos momentos que a mí me «tocarían» de una manera especial si fuese mi boda y así se lo explico a mis parejas. No me gustan los artificios ni las modas, me gustan la historias honestas y sencillas«.

Como los grandes, la luz está siempre presente… «soy un apasionado de la luz natural, no me gusta crearla, me gusta buscarla, encontrarla y si es posible, «domesticarla». Para mi la luz es emoción, un redoble de tambores o las campanadas de fin de año… pero no solo su presencia, sino también su ausencia«.

Una de las cosas que más me gustó de Pedro cuando le conocí fue cómo me explicó cual era su papel en las bodas y cuánto disfrutaba siendo uno más, conectando con los novios pero también con los invitados, y sintiéndose que formaba parte de algo más que un contrato entre fotógrafo y clientes, que estaba viviendo un momento indudablemente especial, «no soy un fotógrafo aséptico, de esos que pasaban por allí, llegaron y marcharon, lo siento pero no, cada uno tiene su manera de vivir su trabajo y el mío lo vivo de una forma apasionada. Me gusta conectar de una manera directa con los invitados y familiares, ya que es mi forma de conseguir lo que hago«.

Pedro y yo conversamos durante varias horas, que se convirtieron en apenas minutos. Me habló de fotografía, luz, amor por lo que hace y amor que se transmite en su trabajo. Tuvimos incluso tiempo para que me contara algunos de sus secretos, me mostrara unas fotos de su PRE-CI-O-SO estudio (¡no os lo podéis perder!). Fue una tarde de esas mágicas, de encuentros, primeras conversaciones (estoy convencida que nos quedan muchas más) y abrazos de despedida.

Gracias Pedro por venir a verme, por compartir conmigo tu universo y por llenar hoy mi blog de tus preciosas fotografías.

Texto: Nuria Fernández. Fotografías: Pedro Sobrado.