Texto: Sara Giménez
Las bodas son sinónimo por excelencia de felicidad, ilusión y alegría, pero en multitud de ocasiones surge mucha incertidumbre, estrés y alguna que otra tensión entorno a lo que va a ser uno de los días más felices y especiales de cualquier persona. Además de los nervios propios por el importantísimo paso que se esta a punto de dar, surgen otras cuestiones de carácter menos existencial y más terrenal, la primera de ellas suele ser la gestión económica del evento.
«¿Cuánto nos va a costar nuestra boda?» suele ser una de las primeras preguntas que nuestras parejas de novios nos hacen cuando se sientan cogidos de la mano en nuestra homeoffice, y muchas veces, aunque tratamos de explicarles en términos aproximados cuánto cuesta por término medio una boda en nuestro país, lo verdaderamente cierto es que no existe una respuesta exacta o al menos válida de manera universal para todas las parejas.
Todo depende del tipo de boda, del estilo de la misma y sobre todo de la importancia que la pareja le dé o no a las distintas partidas de su presupuesto. Por eso a su pregunta nosotros solemos responderles con otra «¿cómo quieres que sea recordada tu boda?». Aunque suene a slogan barato, a nosotras nos ayuda a encaminar ese presupuesto y a visualizar en un estado inicial qué tipo de boda quieren nuestras parejas.
