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Boda de Raúl y Rubén en Bañugues – Mi Candelita

Hoy os traemos un post muy especial para mi, la boda de Rául y Rubén, a los pies del mar Cantábrico, en Bañugues, Asturias.

Creo que este es uno de los post más díficiles y emotivos que me ha tocado escribir. Porque cuando se trata de aquellas personas que más quieres, todo lo que tiene que ver con ellas, produce un pequeño nudo en la garganta y un pellizco de emoción… Y para mi esta boda estuvo repleta de esos momentos que hoy quiero rememorar.

¿Cómo no conocimos?

Raúl y Rubén son mis mejores amigos. Conocí a Raúl con solo 15 años, cuando él y su familia se mudaron desde Sestao a Piedras Blancas.

Raúl forma parte de mi vida desde mi adolescencia. Han pasado casi 25 años desde aquel primer día de instituto, en donde aquel chico nuevo, con su poncho, pelo ensortijado y mirada pícara, nos cautivara a todos con su espontaneidad y simpatía.

Raúl y yo hemos crecido juntos, con todo lo que eso implica. Apenas tengo recuerdos de mi juventud en los que Raúl no forme parte. Es para mi como un hermano, de verdad.

A punto de cumplir los 40, seguimos siendo amigos y creo que jamás dejaremos de serlo. Gracias a Raúl pude conocer a otro de mis grandes amigos, su pareja (hoy ya marido) Rubén. Un ser humano extraordinario como pocas personas que haya conocido. Solo los que conocen personalmente a Rubén, saben a lo que me refiero.

Ellos son pilares fundamentales en mi vida. Ellos son familia.

¿Cómo empezamos a trabajar juntos?

Cuando me dijeron que se casaban, imaginaos lo que supuso para mi la noticia…. ¡he vivido esta boda tan intensamente que os puedo asegurar que hasta soñaba (literalmente) con ese día!

Además, sus agendas profesionales y la pandemia, no se lo pusieron nada fácil a la hora de encontrar una fecha para celebrar su boda. Creo que fue 2016, el primer año que tentativamente pensaron para casarse. Tras aplazar por la pandemia en 2020, ha sido el 11 de Septiembre de 2021, la fecha marcada en el calendario para lograr finalmente celebrar su esperada boda.

Para mi fue, no solo un honor, sino una verdadera responsabilidad, ayudarles con uno de los días más inolvidables de cualquier pareja: el día de su boda. Y por supuesto acompañarles como invitada durante el día que nos regalaron a todos.

La ceremonia

La ceremonia se celebró en el Ayuntamiento de Avilés, oficiada por la amiga de la pareja, Esther Llamazares.

Fue una ceremonia sobria, sencilla y emotiva. Rubén entró al precioso salón del Ayuntamiento de Avilés, acompañado de su madre, y por su parte Raúl lo hizo del brazo de su padre, mientras el Intermezzo de «Cavalleria Rusticana» de P. Mascagni les acompañaba . Reconozco que presenciar ese momento fue muy emocionante.

La salida al son de «Me voy a morir de tanto amor» de Alberto Iglesias, puso el broche final perfecto a esta preciosa historia de amor que culminaba el pasado 11 de Septiembre.

El dato curioso: restauraron un Tiburón para su boda

Rubén y Raúl son unos enamorados de la automoción, en concreto Rubén, que creo que desde que le conozco siempre he conocido su gran afición por el Citröen clásico Tiburón.

Hace unos años cumplieron uno de sus sueños, al comprar uno de estos coches, que con mimo, cariño y muchísimo esfuerzo han restaurado por completo.

Quisieron que su «algo nuevo» fuera su precioso coche ¡una joya! Nos dejaron a todos boquiabiertos cuando hicieron su aparición antes de comenzar la ceremonia.

«El coche…», como dice Rubén, «… fue lo mejor de la boda«.

El espacio de celebración y la gastronomía

La boda se celebró en el restaurante Mi Candelita, a los pies de la Playa de Bañugues, un lugar icónico para ellos, que reservaron en exclusiva para el evento.

Quien conozca este restaurante sabrá que es una de las mejores arrocerías de Asturias, su oferta gastrónomica, fusionando cocina mediterránea y asturiana, fue sin lugar a dudas, uno de los «hype» de la boda.

Desde aquí, toda mi gratuitud y la de los novios, al equipo de Mi Candelita, encabezado por Fran Heras, uno de los mejores chefs que ha dado la tierrina, y con Rosa Viqueira, a los mandos de sala. Fue un verdadero placer hacer tamdem con vosotros.

Sus trajes

Raúl y Rubén llevaron dos diseños de Hugo Boss, adquiridos en Las Rozas Village, y arreglados por su modisto de confianza. Estaban guapisimos.

Raúl añadió una anécdota al escoger una corbata 100% vintage, no sólo por el diseño, sino porque era vintage en el más amplio sentido de la palabra. El sorprendido dependiente de Jesúan Moda le dijo que el artículo ya estaba hasta descatalogado porque llevaba unas cuantas décadas en el muestrario, sin que nadie la comprase.

No se me ocurre un «algo viejo» mejor que ese para la boda.

La decoración

Nos encargamos de asesorarles en todos el tema de decoración y ambientación para la boda. Empezando por la papelería, diseñada por nosotras mismas (minutas, elementos de seating y cartelería de coctel) a partir de una ilustración que Raúl y Rubén utilizaron desde las invitaciones, en la que el coche estaba por supuesto presente.

Diseñamos un bodegón de bienvenida, con un precioso cartel personalizado con la frase «All you need is love» realizado por la magnífica Elena de BeAlive.

Para las flores, contamos con el equipo de Flores Leymar, quienes confeccionaron los prendidos y todos los arreglos florales de mesas y bodegones.

Buscábamos conseguir la mayor armonía posible con la clara decoración de albufera meditarránea que tiene el emplazamiento: pampas, eucalipto, paniculata…. sencillo, nada cargado y a la vez muy integrado en la atmósfera que se creó.

JaviBodas nos ayudó también con algunos elementos, como el mobiliario para el seating plan y candy bar, así como las preciosas iniciales R & R, en madera y luz, que sirvieron de telón de fondo de la improvisada pista de baile.

La fotografía

Contamos con Paula de M2 Visual Studio para capturar todos los momentos en forma de fotografías. La sensibilidad de Paula y su buen hacer, creo que quedan reflejados a la perfección en el precioso reportaje tan elegante y atemporal que hicieron para ellos. ¡Felicidades!

La fiesta in extremis

Fue un reto, tanto para ellos como para el resto de profesionales, ir abordando prácticamente minuto a minuto los cambios normativos con respecto a las restricciones debido a la pandemia.

Reconozco que ponerme otra vez a los mandos organizativos de una boda, y más siendo ésta la de mis mejores amigos, me hizo poner nuevamente en valor la profesionalidad y saber hacer de mis compañeros de sector.

Con una fiesta y baile prácticamente imposibles de celebrar semanas antes del evento, optamos por contratar un karoke con JaviBodas, quien de forma super profesional se fue adaptando casi al segundo sobre los cambios normativos. Las restricciones afortunadamente mejoraron para la boda, posibilitando el servicio de DJ y la barra libre, apenas 12 horas antes de la boda. Con lo que finalmente, sí que tuvimos fiesta… ¡y qué alegría!

Desde aquí quiero agradecer a Javi y Graci de JaviBodas, una vez más, su maravilloso talante, profesionalidad y felixibilidad con todos los cambios y ampliación de servicios, casi sobre la marcha. Se portaron de 10. Gracias.

Fue un día maravilloso y esperadísimo. Permitidme ahora que me dirija a ellos dos, mientras tecleo estas líneas.

Gracias por estar siempre presentes. Por significar tanto para tantas personas. Habéis conseguido crear un hermoso universo del que me siento muy orgullosa de formar parte. A vuestro lado todo es más sencillo, todo es más fácil y la vida es sencillamente mejor, más cálida y brillante.

Os deseo toda una vida de felicidad juntos, y que como la hiedra, vuestro amor siga creciendo e inundándolo todo día a día.

Os adoro.

Texto: Nuria Fernández / Fotografías M2 Visual Studio

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