Cuando conocemos por primera vez a una pareja automáticamente nuestra cabeza se traslada al día de la boda, visualizamos todo en décimas de segundo y analizamos cada detalle en minutos. En torno a un café nuestras parejas nos cuentan sus ideas mientras que nosotras tomamos mil anotaciones (si somos de esas que nos gusta tener boli y un cuaderno con estampaciones florales a mano, no lo podemos evitar). Esas anotaciones dan paso a dossieres y moodboard para nuestros clientes, que nos ayudan a plasmar todas esas ideas y visualizar todos los detalles de cada elemento decorativo que vamos a crear y montar, así como cualquier pauta importante en cuanto a la coordinación se refiere.
Noemí y Javier se casaron el pasado 14 de octubre en Madrid, querían una boda llena de muchos detalles y decoración con aire boho, donde pudieran reflejar lo que son, lo que les gusta, lo que para ellos es imprescindible. Una cerveza con los amigos, ese viaje que fue tan importante, ese regalo que significó tanto hace 10 años… Toda historia de amor guarda en una pequeña cápsula una esencia especial, y eso es lo que hay que contar.
Noemí llevaba un vestido de José María Peiró confeccionado en tul y encaje; y zapatos personalizados de José Illana. El ramo con flores naturales y tonalidades muy otoñales fue elaborado por una de las amigas de Noemí, al igual que su tocado pero esté, elaborado en flor preservada. Por otro lado, Javier vestía traje de cuadros en tonos azules combinado con chaleco y pajarita, todo de Félix Ramiro.
Planteamos una ceremonia al aire libre donde una estructura con antiguas puertas de madera, daba la bienvenida a todos los invitados junto con una guirnalda natural en la parte superior para darle ese toque greenery que tanto nos gusta. Alfombras de estilo kilim formaban el pasillo central con centros de flor y troncos de madera. Para la mesa de ceremonia nos decantamos por no poner mantel y en su lugar, un pequeño camino de tela rústica y jarrones de cristal en diferentes tamaños. En el pasillo nupcial, arreglos florales junto con troncos de madera realizado por Ana Tocados.
Realizamos un Bodegón de Bienvenida y Córner de Cervezas para que a todos los invitados se les hiciera más corta la espera de los novios. En todos los elementos que creamos quisimos seguir el leitmotiv de la boda: el espíritu viajero. Por eso utilizamos baúles, junto con un cartel de madera personalizado con la frase «Bienvenidos al viaje de nuestra vida».
Para complementarlo realizamos un Córner de Cervezas donde utilizamos recipientes de zinc con diferentes tipos de cerveza, todo ello integrado, como siempre en todos nuestros montajes, con muchas flores.
Para el Seating plan y Meseros, diseñamos toda papelería a juego utilizando diferentes ciudades del mundo que daban nombre a cada una de las mesas. Con un caballete como estructura principal, con capazos, cajas y baúles incorporamos las flores y guirnaldas.
Dentro del salón, colocamos aviones de madera junto con los meseros personalizados que diseñamos y los regalos personalizados para todos los invitados en forma de maleta de papel, todas hechas a mano. Para decorar la parte interior teníamos dos estructuras de madera en forma de columpio suspendidas del techo llenas de flores que realizó Ana Tocados para darle un toque muy especial al salón, y así fue.
El primer baile fue al aire libre, al atardecer, un momento muy especial donde los amigos de los novios montaron un escenario, cogieron las baquetas, guitarras y bajo, y les dedicaron su canción, un momento muy emocionante para todos ellos.
Andrea Jiménez se encargó de capturar cada momento en la boda y también realizó la sesión de preboda de Noemí y Javi (enlace directo aquí). En la mesa de firmas colocamos un libro con las fotos de esa sesión para que los invitados pudieran escribirles unas palabras a los novios junto con un tendal lleno de fotos y diferentes marcos.
Como siempre, dar las gracias a Noemí y Javier por haber confiado en nosotras y entrar a formar parte de esa gran familia que es LalaBlu. Sabéis que os guardamos en nuestro corazón.
Texto escrito por Sara Giménez