Ha sido una de nuestras bodas más especiales, no nos conocimos en persona hasta el mismo día «B’ y ha sido una experiencia que deseamos repetir muy pronto. Esos nervios a flor de piel, un día a contrarreloj y un día de temperaturas sofocantes en Donosti.
Un precioso palacio, un restaurante a la orilla del mar y unos novios que han sido un amor. Todos estos factores han creado una boda perfecta.
Nuestros servicios han sido muy diversos, realizamos un Road Map parcial para encontrar diferentes proveedores y les ayudamos con la coordinación, organización y decoración para asegurar que todo saliera a la perfección.
Se querían casar en San Sebastián, enamorados de esa ciudad, John le pidió matrimonio a Cristina frente a La Concha. El Palacio de Miramar fue el elegido para celebrar una ceremonia muy emocionante. Rodeados de sus familias y amigos más cercanos se dieron el «si, quiero».
Para la ceremonia realizamos un estudio decorativo, Izaskun de Flower & Co fue quién se encargo de materializar todas esas ideas. Seguimos la inspiración de nuestra novia Cristina para darle a todo un toque tropical dada su vinculación personal con Hawaii. La verdad es que fue una idea estupenda y todos los arreglos florales que se realizaron llevaron esta línea. Para la música, durante y después de la ceremonia, contamos con Maluk, un dúo de guitarra española que nos emocionó con versiones muy especiales.
Para inmortalizar todos estos momentos, contamos con Tribeca, Josu y Bego han sido nuestros mejores aliados en esta boda. ¡Gracias chicos por tanto!
Uno de los detalles que más nos gustó fueron los gemelos que John eligió para el gran día, en uno de ellos llevaba una imagen de Donosti y en el otro la ciudad de Las Vegas. En Las Vegas fue donde John conoció a Cristina y Donosti la ciudad en la que todo culminó.
Tras la ceremonia, los invitados comenzaron a celebrar el día con unas copas de champagne para brindar por la nueva pareja de recién casados. Gracias al servicio de Divinus Catering todos disfrutaron de unas vistas impresionantes de La Playa de La Concha.
Una vez acabados los brindis, los invitados se trasladaron al Restaurante de Mikel Santamaría, Bokado, donde todos pudieron disfrutar de una cena con vistas al mar. Aquí, seguimos con la decoración tropical y un toque personalizado. Todas las place cards que realizamos para cada invitado gustaron mucho y el libro de firmas se lleó de un montón de dedicatorias llenas de cariño para una pareja tan especial. Para acabar con la fiesta, DJ Bengoa puso el broche final a un día lleno de emociones.
Gracias Cristina y John por confiar en nosotras, por dejarnos ser vuestros ojos en todo este proceso a pesar de los miles de kilómetros que nos separaban.
Sara.