Texto: Nuria Fernández. Fotografías: Jairo Crena Photography. Video: Bodamovie

Llevamos meses guardando el secreto. Los que me conocéis sabéis que no se me da muy bien eso de «contenerse y esperar», así que estos meses han sido realmente difíciles, pero por fin hoy os lo podemos contar y lo más importante, mostrar.

Era la primera boda que ideábamos desde cero y en tiempo récord, probablemente la boda más diferente, original y divertida que hasta el momento habíamos organizado. Las reuniones en aquella casa en Majadahonda se convirtieron en tardes charlando entre amigos: planificando el día de su boda pero riéndonos a carcajadas, comparando presupuestos mientras esquivábamos las carreras de Ronie y Cora… y las horas contenidas en aquel salón se materializaron por fin en #labodamaschulidelaño.

Sabíamos que todo iba a salir genial y que Eva y David tendrían aquella boda que con tanta ilusión esperaban. Pero a nosotros nos sabía a poco… ¡queríamos mostrar más y que todos los que nos seguís pudierais aproximaros más intensamente a la que «estábamos liando»! Y entonces… ¡tachán! … «¿y si hacemos un video? pero no un video de boda cualquiera… un video que muestre esta boda desde nuestro lado». La idea ya estaba sobre la mesa, ahora sólo necesitábamos a unos cómplices que cámara en mano nos acompañasen el día de la boda de Eva y David.

Entonces vimos un tweet en Twitter «Si te echas crema de noche por el día… ¿te duermes?» y nos entró un ataque de risa. La ocurrencia la había escrito Irene (Nené para los amigos), que junto con Germaine forman el tamdem perfecto de Bodamovie. Yo, que creo en las casualidades y me dejo guiar por mi intuición por encima de todo, no me lo pensé dos veces y les propuse nuestro plan. ¡Objetivo cumplido! ¡Ya teníamos a nuestros cómplices!

Bodamovie (¡os queremos chicos!) pasó un muuuuy largo y caluroso día con nosotros. Madrugaron un montón para recogernos en nuestra «Home Office», incluso se montaron en el coche con nosotros… todo con el fin de hacer lo que mejor hacen: no perderse ni un instante de la emoción de una boda. Reflejar a través de imagen y sonido nuestra intensa mañana de preparativos y mostrar el resultado final de una boda LalaBlu.

Muchos me preguntáis qué significa eso de LalaBlu, porqué elegimos un nombre tan raro para darle nombre a esto. A algunos les he contado la historia, la palabra LalaBlu no significa nada, es una broma entre amigas, una palabra inventada, una tontería… Pero quizá eso no sea del todo cierto, porque pese a que la palabra no se encuentra en ningún diccionario (al menos de este planeta), LalaBlu si que tiene un significado.

Esto que os mostramos es LalaBlu: una mañana soleada, un jardín, gente que se quiere, un pompón de papel, un abrazo emocionado, un aplauso espontáneo, una tarta deliciosa, el sonido de un violín…. las carreras, la adrenalina, los trastos que salen del coche, colocar una flor que se resiste, recibir a invitados y profesionales, comprobar, verificar, transmitir tranquilidad, sonreír y encender una vela, un «¡enhorabuena, os deseamos todo lo mejor!»… y brindar siempre al despedirse, con el mejor de los deseos y la satisfacción de haber visto a un puñado de personas felices.

Así somos. Así trabajamos. Sin trampa ni cartón.

Esto es LalaBlu.

¡Feliz Martes!