El pasado miércoles, día 6 de febrero tuvimos el placer de conocer en persona el precioso atelier de Ángela Pedregal. En pleno centro de la capital, Ángela ha creado un espacio donde se respira armonía y donde puedes sentir el cariño y el mimo que ha puesto en cada detalle. Varios de sus diseños nos daban la bienvenida, un top de tul rosa de lentejuelas gigantes con apliques en tonos dorados y blancos que me dejó enamorada, y un vestido en crepe con perlas, que daban ganas de volver a casarse.

Ángela nos enseño cada rincón de su taller mientras nos contaba su historia, que le llevó un día a cambiar su situación y dedicarse a «formar parte de las grandes historias de amor que pasan por su atelier».

En él, miles de ideas y bocetos espectaculares llenan cada esquina de inspiración. Los vestidos de Ángela Pedregal derrochan su esencia a través de un trabajo artesanal y meticuloso, un ejemplo son los volúmenes que consigue con la superposición de capas y frunces, la elección y combinación de apliques, encajes y guipures. Actualmente, está inmersa en el desarrollo de su nueva colección que verá la luz entre los meses de Abril y Mayo.

Mabel de Ma Vie Romantique, organizadora del evento, me pidió días antes del encuentro que seleccionara una imagen del instagram de la diseñadora (escogí un mono en color rosa empolvado, os dejo el enlace aquí) y Ángela sólo con esa referencia que seleccioné, dibujó un boceto para mi con un diseño totalmente personalizado: escogió un dos piezas, la parte inferior, un pantalón palazzo muy acampanado con aberturas a los laterales; y la superior, un body con escote abierto en la parte delantera cuyo cierre es una lazada al cuello donde empieza una capa con bordados y con un pequeño frunce en la parte posterior de la cadera. (Os dejo una foto para que veáis que dibuja como los ángeles).

Gracias Ángela por tu frescura, tus ganas, tus diseños y tu ilusión.

Créditos del evento:

Comunicación, Ma Vie Romantique
Dulces, Delicakes
Invitaciones, Estudio Requetebien
Atelier, Ángela Pedregal

Texto escrito por Sara Giménez / Fotos de Lucía Romero Fotografía.