De sobra sabéis lo que nos gusta reunirnos con gente del sector, a la que admiramos y por supuesto a la que queremos conocer un poquito mejor. Ese es el principal objetivo de nuestros #desayunoslalablu, conocernos entre nosotros, charlar y evadirnos un poco de la vorágine de este mundo, donde todo pasa demasiado rápido y donde a veces no hay tiempo para preguntar «¿qué tal? ¿cómo va todo?» cuando coincidimos en una boda, un shooting o un evento.
Pero mentiría si dijera que este desayuno ha sido uno más. Para nosotras este #desayunolalablu ha sido algo más que un encuentro informal entre profesionales del sector. Ha sido un poco como volver a la esencia de los primeros desayunos, que hacíamos en mi casa y donde me ponía a tostar el pan y a encender la cafetera a toda velocidad. Era como estar en casa de nuevo.
Empezaré por hablaros de Ana de Hermanas Bolena, persona a la que primero admiré y a la que hoy sigo admirando, pero a la que le he sumado el verbo «querer» dentro de nuestra relación, y poder decir con orgullo que es una gran amiga dentro de este mundo, a veces tan hostil y despiadado (sí, queridos niños, encontrar gente como Ana es poco más que la búsqueda del Santo Grial).
Cuando empecé con LalaBlu, allá por el 2012, Twitter era sin duda la red social del momento y nosotras con nuestros 40 seguidores, éramos poco más que una mota de polvo dentro de la galaxia tuittera. Hermanas Bolena eran, entonces, y son, ahora, la pera en redes sociales. Fue Twitter la que me conectó a ellas. Recuerdo meterme en su blog, un poco de «estranjis» durante las horas muertas del trabajo y leerme sus conocidísimos «Trajes Bolenos», era como un gran ritual en cada alfombra roja o cada boda de famosos. Sus reformas y proyectos de interiorismo me recordaban a los gemelos canadienses de Divinity, ¡qué narices! ¡eran y son mucho mejores! La tienda Bolena puso la guinda al pastel dentro de ese universo que han sabido crear, y en el que el rosa y los estampados, ya no son palabras sueltas, tienen el apellido «boleno» (cualquier día me presento en la RAE para que lo incluyan) y hasta mi marido cuando le hago algún encarguito ya dice eso de «es rosa, pero no es rosa boleno» (qué bien le tengo enseñado, ¡madre!).
Pero lo mejor de este universo de reformas, trajes, invitaciones, sellos, maletas viajeras, golondrinas esmaltadas y unicornios bolenos, es contar con Ana, contar de verdad con su cariño, su cercanía y su amistad. Nunca te estaré lo suficientemente agradecida por aquella llamada que nos sacó de las tinieblas de la injusticia y la soledad hace más de 2 años. Gracias por estar ahí, durante todo este tiempo y desde entonces, sin apenas vernos en persona, pero notando siempre tu inmensa buena energía, esa que irradias y que proyectas, ese karma boleno del que tanto hemos hablado. La «empaquetadora del Stories» es un cielo de mujer, un encanto de persona. Así es. Así siempre lo hemos sentido. Gracias Ana. Por todo.
A Jenn, de Bodeando que es Gerundio, la conocemos desde hace muchísimo tiempo, también desde aquellos albores de Twitter, en el que parecía un poco la plaza del pueblo. Personalmente la desvirtualizamos no hace mucho, en el desfile de Bodabook del año pasado, nos abrazamos ¡por fin!
Jenn es de esas personas que ha estado siempre ahí, a la que hemos sentido al lado, codo con codo y apoyando todos y cada uno de nuestros proyectos. Es una de las personas más amigables, sinceras, simpáticas y bonitas de este mundo. Por eso, y por muchos más motivos que nos han demostrado siempre su infinita lealtad, nos complace comunicaros que vamos a contar con su ayuda en el proyecto LalaBlu por excelencia del 2017: la boda de nuestra Sara LalaBlu.
Será un honor y un privilegio para nosotras poder vivir a su lado el que será uno de los días más importantes para nosotras, por supuesto para Sara como novia, pero también para mi, como «Wedding Planner» a la sombra. Porque quiero disfrutar la boda como invitada, y aunque tendré un ojo en todo, como siempre, necesitamos a alguien que sepa gestionarlo como si una de nosotras lo llevase a cabo, alguien que nos entienda y nos conozca, que respete nuestra visión y nuestra filosofía en LalaBlu. Y esa es Jenn, sin dudas. ¡Estamos más que felices!
Y luego está la encantadora Dánae de Dánae Tobajas Couture. Dulce, tierna, espontánea… ¡maravillosa! Reconozco que la historia de Dánae, llena de esfuerzo, ilusión y muchísimo trabajo, me llegó al corazón desde que la conocí.
Durante el viaje que compartimos de camino a nuestro Rose Desire, Dánae me habló de su trayectoria, y pese a su juventud y aparente fragilidad, Dánae tiene una vida profesional con muchísima experiencia, plena de amor por lo que hace, dedicación y esfuerzo. Me encantó conocer cómo su amor por esto de la moda nació de la mano de su abuela en su Navarra natal. Como iban las señoras a probar con su abuela, y ella observaba todo ensimismada en aquel mundo de femineidad y elegancia.
Como a los grandes, la vida la sitúo en la encrucijada de luchar por si misma o permanecer a la sombra de sus mentores y apostó por ella, por crear su propia casa, su propia firma. Esa apuesta por su propio proyecto y esa ambición por conseguir todo por si misma, nos hace sentirnos muy cerca, tanto en su visión como empresaria, como en su apuesta personal por su proyecto, muy similar a la nuestra.
Todas las fotos son de la fantástica Lorena San José, a la que no conocíamos personalmente y de la que ya estamos enamoradas, tanto de su trabajo como de ella como persona. ¡Gracias por sumarte a esta temporada de desayunos desde el minuto cero y casi con los ojos cerrados! Nos sentimos infinitamente en deuda contigo y muy agradecidas.
Celebramos este primer desayuno-brunch de 2017 en Pipa & Co, en su encantadora terraza acristalada, un lugar tranquilo y muy familiar ideal para este tipo de reuniones. Una mañana de risas, anécdotas e historias de la vida, de esa que todos tenemos y que de vez en cuando nos gusta recordar, revivir y compartir con los demás.
Una mañana llena de amistad, buen rollo, generosidad y gratitud. Gracias por vuestro tiempo y trabajo desinteresado (gracias Lorena), por venir desde lejos (gracias Jenn), por estar nerviosa y hacernos sentir importantes (gracias Dánae) y por venir cargada de regalos bolenos y emocionarme (gracias Ana).
Muchísimas gracias a todas por venir a esta cita, prometemos repetir el encuentro más pronto que tarde y convertir esta pequeña reunión de amigas en una tradición ¿vale?
Y en el próximo desayuno LalaBlu, contaremos con la participación de Conchita de Nicté Tocados, la diseñadora Raquel Ferreiro y Olaia de Dresseos. Nuestra amiga Meri, de Y le dije Si, tal vez pueda acompañarnos ¡ojalá pueda! Nos vemos el 25 de Febrero en el próximo encuentro. ¡Qué ganas!
Texto: Nuria Fernández. Fotos: Lorena San José.
1 comentario en «Desayuno LalaBlu con Ana, Jenn y Dánae»
Se ve en las fotos lo bien que lo pasasteis!!! Ese cariño y complicidad que tenéis. Estoy deseando que llegue mi turno 😉 Claro que también me habría gustado mucho estar en este. Nuria y Sara creo que vamos a tener un problema, voy a querer ir a todos, no sabéis lo que habéis hecho!!! Jajajaja. Un besazo, nos vemos pronto 😉